7.2.13

John Gresham Machen


Fechas:
(1881-1937)


Datos Biográphicos:
N. en Baltimore (EE.UU.), su padre era un eminente y próspero abogado. Su madre le enseñó los rudimientos de la fe cristiana reformada que profesaban —Confesión de Fe y Catecismo— y puso en él el amor por la literatura clásica inglesa y francesa. Estudió en la Universidad Johns Hopkins (1901) y en el College y Seminario Teológico de Princeton. Animado por su profesor de NT marchó a Alemania a proseguir sus estudios en Marburgo y Gotinga, donde la teología liberal de Wilhelm Herrmann le hizo atravesar una crisis de fe y conciencia. 
Ordenado al ministerio de la Iglesia Presbiteriana de Norteamérica en 1914. Enseñó Literatura y Exégesis del NT en el Seminario de Princeton de 1906 a 1929. Durante la Primera Guerra Mundial sirvió en Francia con la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA). 

Admirador y seguidor a la vez de su profesor B.B. Warfield (v.), siempre defendió la teología reformada o calvinista de Princeton, influenciada por la experiencia avivamentista americana y la filosofía del sentido común de la escuela escocesa. Debido a la tendencias liberales del seminario M. lo abandonó en 1929 y fundó uno nuevo con el nombre de Westminster Theological Seminary, radicado en Filadelfia. Compañeros profesores del Princeton le secundaron en su empresa y formaron parte del nuevo claustro de enseñanza, que pretendían conservar la enseñanza del “viejo Princeton”. Expulsado de su Iglesia por insubordinación, al participar en una Junta Independiente de Misiones (1933), decididamente reformada y evangélicamente conservadora, de la que no quiso renunciar, fundó la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa (1936), después de haber intentado recusar el veredicto condenatorio de la Asamblea General. 

Murió el 1 de enero de 1937 de una neumonía mientras buscaba apoyo para sus proyectos denominacionales en Birsmarck (Dakota del Norte). 

Se opuso rotundamente el liberalismo teológico por considerarlo no una versión moderna de la fe cristiana, sino una negación de la misma. Cristianismo y modernismo, decía, son dos religiones completamente distintas. Aunque nunca se consideró un fundamentalista, apoyó la controversia fundamentalista en su defensa de la teología cristiana clásica e histórica. Escribió eruditos ensayos sobre el nacimiento virginal de Cristo y la teología paulina. 

En valiente profesión de fe expresó lo siguiente: “El cristiano no puede sentirse satisfecho en tanto que alguna actividad humana se encuentre en oposición al cristianismo o desconectada totalmente del mismo. No hay deber más urgente que el de dominar el pensamiento del mundo con objeto de convertirlo en un instrumento de la verdad en lugar de un instrumento del error” (Cristianismo... p. 13). 

Obras Disponibles: El hombre (TELL); Cristianismo y cultura (Felire). Biog.: J. Gresham Machen, a Biographical Memoir, Ned B. Stonehouse. WTS, Filadelfia 1977. 

5.2.13

Casiodoro de Reina



Primer traductor de la Biblia. Nacido en Montemolín (entonces Reino de Sevilla, actualmente Extremadura) en 1520 aprox. y fallecido en Frankfort en 1594. Con otros, abandonó el monasterio jerónimo de San Isidoro del Campo, próximo a Sevilla, en 1557, al descubrirse la comunidad protestante sevillana, fijando su residencia en Ginebra. Su deseo de ponerse a salvo del Santo Oficio, diferencias con sus nuevos correligionarios, las intrigas de Felipe II (que puso espías cerca de él y precio a su cabeza), necesidades económicas, la política española en Flandes y la impresión de su traducción de la Biblia - la primera completa al castellano de los originales - le obligaron a cambios constantes de domicilio. Así lo vemos en Frankfort, Londres, Amberes, Bergerac, Castillo de Montargis, Basilea y Estrasburgo.  
Como traductor, se le debe la conocida como Biblia del Oso (Basilea, 1569) y la traducción al francés de Historia Confessionis Augustanae (Amberes, 1582). Fue el autor de la Declaración o Confesión de Fe hechas por ciertos fieles españoles, que huyendo de los abusos de la Iglesia Romana y la crueldad de la Inquisición de España, hicieron a la iglesia de los fieles para ser en ella recibidos (Frankfort, 1577); de comentarios a porciones de los Evangelios de San Juan y San Mateo (aparecidas en latin en 1573, Frankfort) y de un Catecismo (1580), publicado en latín, francés y holandés. También redacto unos Estatutos para una sociedad de ayuda a los pobres y perseguidos, en Frankfort, que ha llegado hasta nosotros.  

En el Auto de Fe de la inquisición de Sevilla, el 26 de abril de 1562, fue quemado en efigie y figuró en el Indice como autor de primera clase.  

Al morir le sucedió en el pastorado de la comunidad luterana de habla francesa en Frankfort uno de sus hijos, Marcos. Allí se conserva un retrato suyo al óleo que reza así: "Casiodoro de Reina, nacido en Sevilla..."


  La Biblia de Casiodoro de Reina es la primera Biblia completa impresa en lengua española y también la única traducción protestante hoy existente, pues en la mal llamada Biblia de Cipriano de Valera (Amsterdam 1602) el nuevo editor se limitó, 
como abajo explicamos, a cambiar el orden de los libros y a añadir o quitar notas marginales, con alteraciones cuantitativamente mínimas del texto bíblico fijado por el primer traductor, cuyo nombre viene además ostentosamente silenciado en la portada. 
Este silencio se explica por la enemistad de más de treinta años que el superortodoxo calvinista Cipriano de Valera sintió con su antiguo maestro en el convento jerónimo de San Isidro del Campo extramuros de Sevilla, por haberse negado Casiodoro a someter su traducción de la Biblia a la censura de los eclesiásticos de Ginebra. Pero partamos de más atrás, pues la historia del protestantismo español está aún por escribir. 
Casiodoro de Reina (propiamente habría que escribir Reyna, como él mismo firmaba y Valera le nombró) era considerado en Sevilla como el maestro indiscutido de la naciente comunidad evangélica. De todos los frailes de San Isidro del Campo que en 1557 huyeron de Sevilla y se dirigieron a Ginebra, fue Casiodoro de Reina el único que no tuvo que hacer estudios suplementarios de teología bajo Théodore de Bèze en Lausanne y también el único (aparte de Juan de Sosa, un joyero anabaptista de Sevilla, ahogado en Amberes en 1560) a quien los Inquisidores sevillanos en el Auto de Fe de 23 abril 1562 dieron el honorable título de ‘heresiarca’, es decir, maestro de herejes. Según testimonio de los mismos inquisidores Casiodoro había propagado con mucho éxito la doctrina evangélica entre los seglares de Sevilla (interrogatorio de María de Bohorques); basándose sobre documentos hoy desaparecidos, el historiador de la Inquisición Juan Antonio Llorente asertó ser debida a ‘un Fray Casiodoro’ la súbita conversion al luteranismo de todos monjes de San Isidro; en su libro ‘Sanctae Inquisitionis Hispanicae artes’, afirma Casiodoro solamente que fueron dos frailes de San Isidro a dar ‘inicio a este negocio’, con el resultado que en pocos meses casi todos los frailes del convento o se habían convertido o al menos simpatizaban con ellos. Uno de estos iniciantes fue naturalmente el propio Casiodoro, quien por modestia o cautela silencia aquí su nombre, siendo él (y no 
Antonio del Corro, como sostenía Vermasseren y tendía a creer Gordon Kinder) el verdadero autor de este primer gran libro contra la Inquisición publicado por primera vez en Heidelberg en 1567 bajo el pseudonimo de Reginaldus Gonsalvius Montanus (cfr. el capítulo sobre Reina en mi libro Spanien und der Basler Buchdruck, Basel/Stuttgart 1985).